Fernando Pérez, Telmary Díaz, Eme Alfonso, Jaqueline Arenal y Cimafunk están entre las 49 personalidades del arte que firmaron una petición dirigida a la Asamblea Nacional del Poder Popular para “sensibilizar, reflexionar y multiplicar la solidaridad con la comunidad LGBTQ+ en Cuba”.
Les firmantes de la solicitud, que publicó hoy en su muro de Facebook la cantante Haydee Milanés, se posicionaron contra el texto que la rapera Danay Suarez compartió en su página de esta misma red social el pasado 13 de junio, en el que establecía una comparación entre las causas por los derechos de las mujeres y los colectivos sexo género diversos, y quienes abogan por el supuesto derecho de las Personas Atraídas por Menores o MAPs (Minor Attracted Persons).
“La homosexualidad es tan sólo una de las orientaciones sexuales que existen, igual de plausible que la heterosexualidad, la bisexualidad o la asexualidad. La orientación sexual pertenece a la vida privada de cada persona y debe respetarse como tal. Ninguna persona adulta debería ser juzgada, despreciada o discriminada por amar a otra persona adulta, ni por querer constituir una familia con ella”, expresa la petición.
En el documento insisten en que: “Es necesario que se reconozca el derecho a unirse legalmente en Cuba, en la modalidad que se prefiera, ya sea matrimonio, unión civil, etcétera, para toda la ciudadanía, y debemos continuar luchando por el reconocimiento de ese derecho en el Código de Familia sin que implique la realización de un referéndum; pues sería una consecuencia lógica del derecho fundamental a la igualdad, que regula la Constitución para todos los ciudadanos”.
“Cuba es un estado laico, donde existe la libertad religiosa, lo cual impone una separación entre Estado e iglesia. Las iglesias no pueden pretender incidir de manera alguna en el funcionamiento jurídico de una república, como tampoco que sus creencias regulen los derechos y deberes del Estado y de los ciudadanos. A la ciudadanía cubana le corresponde expresarse a favor de una Cuba en la cual la fe mayor sea la de un país verdaderamente inclusivo”.
La polémica generada por el discurso de odio y discriminación de la rapera Danay Suárez constituyó una oportunidad no solo para reflexionar sobre el impacto del fundamentalismo cristiano en las políticas progresistas que el estado cubano quiera implementar sino también en la responsabilidad que tienen les artistas en el avance o el retroceso de una conciencia social más respetuosa de la diversidad.
En ese sentido, les firmantes exhortan “a todas las figuras públicas, cuya voz tenga un alcance social relevante por el trabajo que realizan, a actuar con responsabilidad a la hora de compartir información en sus redes sociales o espacios públicos. Todas las personas tenemos derecho a opinar, pero no a reproducir mentiras que dañan a otras personas, promueven discursos de odio y reproducen la discriminación de grupos históricamente discriminados y violentados, tales como las mujeres y la comunidad LGBTIQ+”.
“Reiteramos nuestro apoyo a las luchas por la emancipación de las mujeres y contra la violencia de género y por el reconocimiento de los derechos de las personas LGTBIQ+ y condenamos todas las expresiones de fundamentalismo religioso que atenten contra el bienestar social”.
“Como figuras públicas, como artistas, como ciudadanía, deberíamos defender siempre el derecho de todas las personas a ser tratadas por igual, sin importar su orientación sexual, identidad de género, color de la piel, lugar de procedencia, ideología, religión o poder adquisitivo, y esto significa que deberíamos respetar que todas tenemos iguales derechos. Los derechos humanos son universales y no se plebiscitan”.
La petición fue lanzada desde la plataforma www.change.org donde hasta el momento de la publicación de esta nota habían firmado más de 80 personas.
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