La Dra. Naomi Castillo Bicet, especialista en primer grado en Oftalmología del Hospital Nacional Enrique Cabrera Cossío de La Habana, se ha sentido abrumada demasiadas veces por la transfobia, sin embargo, a cada prejuicio impuso su entrega tanto a su profesión como a la construcción cotidiana de su propia identidad.
¿Por qué estudiaste Medicina?
Estudié Medicina por vocación, siempre quise ser médica, era mi carrera preferida. Decidí estudiarla cuando estaba en la secundaria básica, la veía como una profesión que tenía que ver conmigo porque siempre me ha gustado preocuparme por la salud de las personas, he tenido grandes sentimientos humanitarios. Ese fue el móvil que me llevo a ingresar en el contingente de batas blancas.
¿Cuándo comenzaste a expresar tu identidad de género en la carrera?
Fue un proceso paulatino. [La Universidad de] Ciencias Médicas, a pesar de que hay muchos miembros de la comunidad LGBTI, es una entidad muy homofóbica y transfóbica. Fue un proceso lento pero ya se veían los inicios de una identidad de género que cambiaba a pasos agigantados. Yo usaba maquillaje y accesorios como bolsos, pulsos y collares.
¿Cómo te recibieron les compañeres de estudios, les profesores, la administración de la escuela?
Algunos compañeros me apoyaron siempre, otros te critican y otros guardan silencio, pero a nuestra identidad trans no le importa la opinión de los demás. Los profesores no lo ven como algo normal y en ocasiones sus prejuicios ante la vida toman partido en el asunto. Lo mismo sucede con la administración, que responde a los intereses de la sociedad.
Durante la carrera no tuve ningún apoyo y cuando rotaba por especialidades donde predomina el sexo masculino observaba la transfobia en todo momento.
¿Puedes contar algún incidente?
Viví un incidente cuando estaba en la residencia de oftalmología en el Hospital Calixto García. Al comenzar la residencia noté un ambiente transfóbico abrumador ante mi presencia. A los profesores y a la jefa de Servicio no les gustaba mi apariencia, mi proyección ante la sociedad. Ella me llamó la atención en varias ocasiones, le molestaban los colores que usaba al vestir, el uso de accesorios, collares, pulsos, carteras, maquillaje.
Era el punto de mira por mi identidad trans y esto hizo que sintiera un poco lacerada mi autoestima y mis motivaciones personales. Se me decía que debía vestír acorde a mi sexo biológico, algo que no entendía, y se me amenazaba con cambiarme de hospital por los prejuicios de mi claustro de profesores.
Fue un año súper difícil para mí, sentí invadida mi vida personal, que nada tenía que ver con el ámbito profesional, y esto me hizo llegar al Cenesex y buscar apoyo jurídico. Eso fue por allá por 2009. [En esa época] tuve que seguir vestida unisex, de varón jamás. ¡Fui muy fuerte en la carrera!
Al llegar al Hospital Nacional, donde terminé la residencia y comencé como especialista, tropecé con un director transfóbico, pero poco a poco me fui imponiendo y me vinculé a Transcuba, la red de personas trans, parejas y familias.
¿Qué retos específicos tiene expresar una identidad trans en el ámbito de la Salud?
Muchos retos, el primero y más importante es la aceptación de los pacientes, que son la razón de ser, y además el apoyo de tus compañeros, donde depositas tu mayor confianza. Lo otro es tu satisfacción y superación personal, que te ayudan a enfrentarlo todo.
¿Crees que es importante que las personas trans que trabajan en el Sistema Nacional de Salud expresen su identidad libremente?
Sí, es importante en estos tiempos que una persona con identidad transgénero la exprese en el Sistema de Salud. Los médicos han sido considerados como ejemplos a seguir en la comunidad y en la sociedad.
Es difícil levantarse y vestirse para enfrentar un sistema donde vas a ser criticada, enjuiciada, donde cada día debes de dar lo mejor de ti con entrega, profesionalidad.[Por esa razón]tienes que verte y expresarte tal como eres, tienes que confiar en ti, en tu profesionalismo, en tu proyección ante la sociedad.
¿Qué le dirías a las personas trans que sienten vocación por las profesiones vinculadas a la Salud?
A las personas trans que trabajan en Salud les digo que expresen su identidad siempre respetando códigos y normas de la sociedad, pero que nunca dejen de ser quienes son. Al final la sociedad te apoya, tus compañeros llegan a entender que eres un ser humano como otro cualquiera, con valentía de ser quien quieres ser sin importar nada ni nadie, porque todos tenemos derecho a la vida.
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