Foto tomada de la página de Facebook «A la escuela, pero sin ideología de género»
El 26 de febrero de este año el Ministerio de Educación (MINED) emitió la Resolución 16/2/2021, aprobando la implementación, en todos los niveles de enseñanza, del Programa de Educación Integral en Sexualidad (EIS) con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos en el sistema nacional de educación.
Esta noticia suscitó reacciones de optimismo, de incertidumbre, de abierto rechazo, y en muchos casos de un escepticismo que probó tener sus razones el 14 de septiembre, cuando el mismo Ministerio aplazó la aplicación de la normativa hasta que “estén creadas las condiciones”, según se excusaron.
Inmediatamente se activaron las alarmas de les activistas LGBTIQ+, quienes desde el proceso de reforma Constitucional de 2018 conocimos de un fundamentalismo cristiano en Cuba que hasta ese momento ni siquiera estaba en los radares de la mayoría y que dejó clara su determinación de evitar cualquier avance de los derechos humanos que perturbe su asidero enfermo sobre nuestras vidas. También comprobamos que el gobierno no es inmune a la presión que puede ejercer.
Volviendo a la Resolución del MINED, las iglesias antiderechos reaccionaron de múltiples maneras con el fin de que se derogara. Quizás la acción más importante fue la campaña A la escuela, pero sin ideología de género, cuyo objetivo más visible era lograr que la ciudadanía respaldara con sus firmas la Declaración que dirigieron a la Ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Coviella, el 22 de mayo reclamando:
- La eliminación de la ideología de género en las escuelas de todos los niveles de enseñanzas de Cuba.
- La derogación de todo respaldo o sustento jurídico que orienta la introducción de la ideología de género en las escuelas cubanas, a través del Programa de Educación Integral.
- El derecho de los padres de educar a nuestros hijos sin la imposición de los conceptos de la ideología de género, ideología liberal en los centros educativos del país.”
Es interesante que publicaran la declaración en El Evangélico digital –un medio alineado a la postura fundamentalista cristiana–, con el encabezado Rechazo y oposición, de la iglesia cubana, a la legalización de la ideología de género, y que la sede para la recogida de firmas fuera la Iglesia Pentecostal Asamblea de Dios a lo largo del país, pero que en el cuerpo de la misiva no haya argumentos religiosos ni se mencione ninguna iglesia, y que fuera enviada por “Nosotros, padres, tutores, o representantes de nuestros niños que asisten a las instituciones escolares de nuestro país”.
En un documento con cuño de dicha iglesia y firmado por el Rev. Rolando Santiesteban Ajo, Secretario del Distrito Centro Este, que pauta la recogida y entrega de las firmas, el cuarto punto asegura: “En los diferentes puntos de recogida de las firmas, no puede existir el criterio de ‘cumplir’ con una cifra y que los registros se llenen solamente con la membresía de las iglesias, el éxito de este Campaña es incluir a la mayor parte de la población no creyente y lograr recoger en un primer momento más de 60 mil firmas, no se trata de repartir un número de hojas por iglesias, cada Pastor conoce aproximadamente la población a alcanzar y en base a ello se deben planificar la cantidad de registros a llenar.”
Es evidente que estas iglesias han adoptado la estrategia de camuflar la cualidad religiosa de sus argumentos en contra de los derechos de grupos marginados por la estructura patriarcal, tras la pantalla de explicaciones y evidencias aparentemente científicas y de derechos humanos, con el objetivo penetrar en el ámbito secular y sumar al resto de la ciudadanía a sus demandas antiderechos basadas en fundamentalismos religiosos.
De hecho, el rostro visible de la campaña es precisamente un médico. El doctor Oscar Rivero se presentó como “coordinador de la campaña” en la entrevista El pueblo cristiano en Cuba se ha unido para proteger a los niños, publicada en el medio Protestante digital, el 19 de octubre de este año, y aseguró –como si lo avalara su formación profesional y no sus prejuicios de corte religioso– que la educación integral de la sexualidad se sustenta en “ideas anticientíficas”.
La recogida de firmas en sí misma tuvo varios aspectos llamativos, entre ellos me sorprendió el reclutamiento de niñes y adolescentes. Les adultes llevaron niñes a tocar puertas y solicitar firmas de las personas que podían imaginar, solo con su presencia, los “horrores” que tendrían que sufrir las criaturas si se aprobaba la Resolución. Les adolescentes recibieron una preparación para lograr el mismo impacto.
La declaración aparecida en El evangélico digital amenaza también con retirar a les niñes y adolescentes de los centros educativos al inicio del próximo curso escolar si no les dan “respuestas de manera pública a todos los reclamos (…)”, amparados, según expresan, en el artículo 32 de la Constitución, Título III Fundamentos de la política educacional, científica y cultural, que en su inciso d) “promueve la participación ciudadana en la realización de su política educacional, científica y cultural”, y en el artículo 4, Título II, de la Ley 16 Código de la Niñez y la Juventud.
Además, refieren el artículo 26.3 de la Declaración de Derechos Humanos según el que “los padres tendrán el derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”. Finalmente afirman que remitirán copias de este documento “a los Organismos Internacionales (UNESCO, UNICEF y CDH) y a sus representantes en Cuba”.
A la vez, al menos 23 iglesias (1) se posicionaron contra la mencionada resolución del MINED. Algunas dirigieron las declaraciones a sus congregaciones, dejando constancia de su desacuerdo, y otras, como la Iglesia Cristiana Pentecostal de Cuba, la Iglesia Pentecostal Buenas Nuevas, y la Convención Evangélica de Cuba Los Pinos Nuevos, las dirigieron a la Oficina de Atención para los Asuntos Religiosos (OAAR), adscrita al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y a otras instancias gubernamentales.
Comúnmente se piensa que las iglesias anti-derechos pertenecen a la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas (AIEC) y no al Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), porque se asume que este, más apegado a los lineamientos estatales, estará a favor de los derechos de las personas LGBTIQ+. Sin embargo, de las 23 iglesias que declararon en contra de la Resolución, al menos cinco (2) pertenecen al Consejo.
De hecho, en la página web del CIC aparecen listadas 28 iglesias como miembros, pero he encontrado que dos de ellas se retiraron de la membresía. La primera es la Iglesia Metodista, que se retiró en abril de 2018, durante el proceso de reforma constitucional, donde tuvo parte importante en la campaña de oposición al matrimonio igualitario. La segunda es la Iglesia Cristiana Pentecostal, que se retiró recientemente a partir de su desacuerdo con el respaldo a los derechos LGBTIQ+ de Voces Ecuménicas y el Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC) de Cuba, siendo este último uno de los 14 movimientos ecuménicos y centros asociados del CIC.
Se podría especular que existen otras iglesias del CIC que aunque no reaccionaron de manera negativa, piensan muy parecido sobre este tema, pero lo cierto es que ni el propio CIC ni el resto de iglesias afiliadas se manifestaron en contra de la Resolución del MINED. Tampoco a favor.
Aunque la Iglesia Católica ha hecho declaraciones precisas y algunas publicaciones en redes sociales de sus clérigos más “influencers”, no he encontrado evidencia de que se haya asociado con los evangélicos antiderechos, que suelen ser más públicos, para participar de la campaña A la escuela, pero sin ideología de género. Sin embargo, no debemos dudar de la gran influencia de esta iglesia y de la presión que puede ejercer en las políticas públicas.
El 20 de junio de 2021, coincidiendo con el Día de los Padres, los obispos católicos emitieron un Mensaje de los obispos católicos de Cuba a las familias cubanas, donde ratifican que los padres son la cabeza de la familia, y se oponen a la implementación de la Educación Integral de la Sexualidad en las escuelas cubanas. En ese mismo mensaje, la Iglesia Católica arremetió contra lo que ha llamado “ideología de género” y pide que se derogue la Resolución 16/2021 del Ministerio de Educación.
La campaña contra la “ideología de género”, desplegada por las iglesias evangélicas antiderechos no se ha circunscrito a la recogida de firmas y a la presión directa a las instancias gubernamentales, sino que promueven el descrédito de la EIS dentro de su feligresía, y entre personas no cristianas, tanto en espacios físicos como digitales, donde su presencia es creciente.
En ambos espacios podemos encontrar profesionales del magisterio, de la salud, del derecho, de las áreas de la teología y/u ordenadas al ministerio pastoral, especialistas en bioética, que avalan e intentan legitimar la discriminación a los colectivos LGBTIQ+. Todas estas personas comulgan y/o son parte de las iglesias antiderechos, y tratan de camuflar sus prejuicios religiosos tras argumentos aparentemente científicos.
A su vez generan un movimiento malinformado pero muy organizado, aterrorizado por lo que predican sus líderes, y con estrategias implementadas en Latinoamérica que sirven como modelos de acción para Cuba. Se trata de un segmento de la ciudadanía que ha sido convencido de que al apoyar la discriminación hacia las personas LGBTIQ+ estaría salvando a la humanidad del f in del mundo.
Durante la entrevista que ya mencionamos, El pueblo cristiano en Cuba se ha unido para proteger a los niños, Rivero afirma que la campaña ha obtenido hasta el momento 140 mil firmas que han estado enviando al MINED sin que las reciban ni les den una respuesta.
La tramitación de este conflicto presenta sin duda un gran reto para el gobierno, sobre todo en el contexto de las manifestaciones ciudadanas en protesta por su gestión en diferentes áreas, pero ignorar la iniciativa y no habilitar marcos legales acordes a la Constitución para tramitarla no es la vía adecuada para afrontar este escenario.
Aplazar la implementación del Programa de Educación Integral de la Sexualidad ha sido un paso fallido del MINED, especialmente porque muchas de las personas que se le oponen pueden interpretar esta decisión como una victoria, al igual que hicieron con la determinación de la Asamblea de posponer la conceptualización sobre el “matrimonio” para el Código de las Familias, que será llevado a consulta y referendo popular.
Por otro lado, la articulación entre denominaciones cristianas y el alcance que ha tenido la campaña A la escuela, pero sin ideología de género en tiempos de pandemia, donde la realización de cultos y reuniones presenciales en las iglesias ha sido limitada, hace que nos preguntemos qué pasará ahora que las fronteras se han abierto y las iglesias retoman sus actividades, sin estar confinadas a Internet y las redes sociales.
Antes arremetieron contra el reconocimiento de derechos en la Constitución, ahora contra la Educación Integral de la Sexualidad y también contra el Código de las Familias, que finalmente garantizará un grupo de demandas largamente esperadas por nuestra comunidad, más allá del matrimonio. El escenario es complejo y hay que estar listes para continuar enfrentando esta avanzada por la ignorancia y la discriminación.
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(1) Iglesia Pentecostal Asambleas de Dios, Asociación Convención Bautista de Cuba Occidental, Asociación Convención Bautista de Cuba Oriental, Liga Evangélica de Cuba, Iglesia Metodista, Iglesia Bautista Libre, Convención Evangélica de Cuba “Los Pinos Nuevos”, Asociación de Iglesias Evangélicas Independientes, Iglesia del Nazareno, Iglesia de Dios del Evangelio Completo, Iglesia Cristiana Pentecostal, Primera Iglesia Pentecostal, Iglesia de la Biblia Abierta, Iglesia Pentecostal Buenas Nuevas, Sociedad Misionera Cubana, Iglesia Menonita, Iglesia Evangélica Misionera de Cuba, Iglesia Misión Evangélica Mundial, Iglesia Estrella de Belén, Iglesia Católica, Iglesia Cristiana Reformada en Cuba, Iglesia de Confesión Luterana, e Iglesia Adventista del Séptimo Día.
(2) Iglesia Bautista Libre, Iglesia Cristiana Reformada, Iglesia del Nazareno, Iglesia Misión Mundial, Misión Evangélica Mundial.
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