Sobre las prácticas sexuales entre lesbianas se especula mucho pero se sabe poco y se investiga menos, por lo que esta área de estudios sigue siendo una laguna tanto dentro de las ciencias sociales como exactas. Existe un grupo de creencias que erróneamente se asumen como verdades indiscutibles y estáticas que intentaré deconstruir en este artículo.
Generalmente, aunque no de forma exclusiva, esas ideas se asumen como consecuencia de la cisheteronormatividad presente en el imaginario colectivo, tanto por parte de las personas cisheterosexuales que se acercan desde diferentes posturas a la cultura lésbica, asumiendo la existencia de patrones de comportamiento que no son tales, como también entre las mismas lesbianas.
Personalmente, considero imprescindible destacar que debemos entender el término “mujer” de manera inclusiva y ampliada, lo cual implica que no se reduzca a la genitalidad asociada con lo femenino.
Teniendo en cuenta estas aseveraciones, es posible recopilar algunos mitos asociados con dichas prácticas sexuales, que igualmente pasan por lo identitario y por la conformación del sujeto “lesbiana” dentro del espectro de posibilidades que ofrece el colectivo LGBTQ+. Estos son algunos de los más comunes.
❌ Todas las lesbianas son mujeres cisgénero
✅ Pudiera sorprender la gran diversidad de identidades y expresiones que existe al interior de la cultura lésbica. Además de las lesbianas que se consideran mujeres cis, existen, por ejemplo, mujeres trans que se identifican como lesbianas y también está el caso de las lesbianas no binarias.
Este último se refiere a una identidad relativamente novedosa dentro de lo cuir y se refiere a lesbianas cuya expresión e identidad de género no responden al llamado binarismo de género masculino/ femenino. Son personas cuyo sexo asignado al nacer es el femenino, desde mi apreciación personal, se sienten atraídas hacia mujeres cisgénero mayoritariamente.
Su identidad de género no es ni femenina ni masculina, más bien fluye entre ambas categorías, y pueden presentar expresiones de género donde se observen atributos tanto ubicados tradicionalmente dentro de un género o el otro, o que simplemente no se ubican
❌ En la relación hay una que es el “hombre” y otra la “mujer”
✅ No existe un patrón heterosexual que rija la dinámica de la práctica sexual lésbica, sino todo lo contrario, pues la propia práctica en sí misma siempre va a implicar justamente la ruptura de esos cánones preestablecidos. La variedad de posibilidades en la intimidad entre las lesbianas es infinita, y las fantasías sexuales de todo tipo, incluido el juego de roles, son muy válidas. Es un gran disparate pensar que estos roles son fijos.
❌ Todas las lesbianas son “masculinas”
✅ Esta creencia está asociada con la anterior, ya que existe el criterio equivocado de que por ser lesbiana y sentir atracción hacia otras mujeres hay que tener “algo de hombre” porque sólo a los hombres les gustan las mujeres. Existen amplias categorías dentro de lo lésbico, entre ellas, por ejemplo, la lesbiana “femme” o “lipstick”, cuya expresión de género se halla marcadamente relacionada con lo tradicionalmente femenino.
❌ Las lesbianas lo son porque no han encontrado “un hombre de verdad”, “un macho alfa”, “un súper macho” que las satisfaga sexual y emocionalmente
✅ Esto es como decir que ser lesbiana es un hándicap: “pobre mujer traumatizada, qué mala suerte la suya, si tan solo hubiera tenido un orgasmo a tiempo”. Nada más alejado de lo cierto. El interés sexo-afectivo lésbico trasciende estos estereotipos heteronormativos y falocéntricos.
En la relación hay una que es el “hombre” y otra la “mujer” Igualmente, existe el mito de que la lesbiana lo es porque ha sufrido malas experiencias sexuales y emocionales con varones, como puede ser una violación u otro tipo de situación violenta. La realidad es que existen muchas lesbianas que no refieren haber vivido estas experiencias negativas, al contrario.
Identificarse como lesbiana no está en función de la relación con los varones, sino de muchas otras complejidades que pasan tanto por una cuestión identitaria como por la búsqueda del placer y la satisfacción de los intereses afectivos y sexuales.
❌ Las lesbianas no practican / disfrutan la penetración (ni vaginal ni anal)
✅ Esto es totalmente incierto. La penetración, ya sea con los dedos o con algún juguete sexual, es parte presente y deseada de la práctica sexual lésbica. La búsqueda del placer no está referida a ninguna orientación sexual, identidad o expresión de género en específico, sino que atañe a los cuerpos y sus capacidades de aportar y recibir atracción erótica.
Tal es así que, hoy en día, observamos cómo la industria de los juguetes sexuales se ha ido especializando en fabricar juguetes cada vez más desmarcados de la penetración como una prerrogativa fálica o hetero, y menos centrados en la representación realista del pene en pos de lograr un acercamiento más humano, acorde a la anatomía misma del placer.
A este mito está vinculada la opinión de que si se disfruta la penetración es porque no se es “tan lesbiana” y, por tanto, ello implica una posibilidad de redención. ¡Cuánto espejismo!
Son múltiples los estereotipos que podemos encontrar en el imaginario social asociados a las prácticas lésbicas. En su mayoría, estas presuposiciones son fruto de la ignorancia o del criterio errado, sin base ni fundamento.
Por eso es importante dejar claro que son mitos, además de educar y visibilizar sobre estas temáticas usualmente veladas. Es una manera de contribuir a erradicar las distintas violencias que tan comúnmente experimentan las mujeres lesbianas al interior de la sociedad.
Q de Cuir 
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