Para Odeylis Lazo, llegar a Safo ha sido una de las mejores cosas que le han sucedido en la vida: “me siento útil, se ha abierto mi mente, desmonté un montón de prejuicios y estereotipos que tenía y me liberé aún más”.
Asegura que uno de los beneficios de pertenecer a este grupo es que ha conocido gente que hace cosas parecidas y reconoce que es genial tener la sensación “de que no estamos solas, de que hay muchas personas especiales luchando”.
Safo es uno de los grupos provinciales de la Red Nacional de Mujeres Lesbianas y Bisexuales, existe en Pinar del Río desde el año 2016 y actualmente tiene cerca de 20 integrantes que encontraron en ese espacio una oportunidad para apoyarse y trabajar juntes.
La vicecoordinadora Linda Gilsa explica que el objetivo principal del grupo es contribuir a la transformación del sentido común de la sociedad cubana en cuanto a estereotipos y prejuicios sexuales mediante acciones de sensibilización, formación y acompañamiento a diversos sectores de la población, con el fin de reducir las expresiones de discriminación.
Junto al propósito primario de servir como un espacio para la solidaridad y el activismo de las mujeres lesbianas y bisexuales en materia de derechos humanos y sexuales, Safo se ha convertido también en una plataforma para el trabajo comunitario y la transformación social en un sentido más amplio.
Entre las actividades que distinguen al grupo se encuentras las acciones de sensibilización en cuanto al tema de la orientación sexual mediante audiovisuales, conversatorios y talleres de género. También realizan trabajo de prevención de salud, pruebas rápidas de VIH, limpieza de playas y otros sitios vulnerables a la contaminación, plantan árboles y funcionan como un puente para la adopción de animales callejeros.
Dailin Tahimi Abadía, una de las integrantes de la red, asegura que viven experiencia gratificantes y otras dolorosas, “pero cuando uno ve que logra algo, que un animal es adoptado, que alguien empieza a pensar en sus estereotipos acumulados con solo una conversación, cuando dejamos un lugar limpio y la comunidad se siente feliz trabajando en conjunto, eso no tiene comparación”.
Cuenta con orgullo que “una de las muchachas vive felizmente con su pareja y sus padres gracias al entendimiento de ellos y a la fuerza que Safo le proporcionó a ella para enfrentar el asunto. ¿Qué más se puede pedir?”
Con el propósito de amplificar su trabajo han hecho alianzas con varias instituciones y organizaciones de la provincia como la Red de educación popular ambiental, el área de consejería a mujeres víctimas de la violencia de género de la FMC, la Universidad de Pinar del Río, el CITMA, Prosalud, la AHS, la UNEAC, la red Articulación Juvenil de la Campaña “Evoluciona” y el Centro Provincial del Libro.
Para la coordinadora provincial, Mayelín Viñas, Safo constituye una célula viva y en constante transformación, que cuenta con personas de diversas procedencias. “Tenemos artistas, profesoras, psicólogas, escritoras, médicos, estudiantes, trabajadoras del sector cuenta propia. En fin: bebemos de tod@s”.
Como parte de su crecimiento están utilizando cada vez más las redes sociales, sobre todo Facebook, pues saben que a pesar del trabajo que realizan siempre hay quién no las conoce y quiere acercarse.
Al igual que varios de los grupos de otras provincias como Las Gladiadoras, en Camagüey, Las Isabelas, en Santiago de Cuba y Labrys, en Villa Clara, Safo cuenta con su propia bandera que en estos momentos está en proceso de rediseño.

“La idea –explica Yaite Sunit Porras, otra de las muchachas del grupo– es que se sepa a la mayor escala posible que Pinar del Río cuenta con personas que hacen cosas por el mejoramiento de la sociedad, que luchan por devolverle a la gente la espiritualidad que tan dormida está”.
Añade que este año quieren continuar fortaleciendo su labor, tocar las puertas de instituciones con las que aún no trabajan y volcarse a la calle utilizando el arte como herramienta de comunicación.
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