Ilustración por Anabel Alfonso Suárez
La poesía de Yanisbel Rodríguez Albelo (Cindy) refleja, según ella misma explica, la angustia de vivir en el mundo reducido de El Jíbaro, un pueblo de campo en Sancti Spíritus, y también, de paso, lo que es ser lesbiana en un lugar como ese.
Acá les compartimos dos de sus poemas… ¡Disfruten!
Stevie Nicks ya no canta
A Ileana
A veces lo ajeno quema Ena Lucía Portela
Qué tristeza verte del otro lado, como esos árboles de los vecinos que siempre transgreden la huerta con algunas ramas y nos tientan a robar los frutos, con la justificación de que están en nuestro territorio. Qué tristeza descubrirte enferma, casi apagada, casi sin apetitos, tú que nunca te perderías un ápice de la juventud, amodorrada como esos perros que descansan hechos un ovillo en las aceras. Qué tristeza que estemos tan cerca y tan lejos, que seamos dos niñas con una idea diferente de la diversión. Qué tristeza hallarte tan enardecida en mi propio canto y que no seamos más que un trocadero de guitarras, un pacto inútil, una amistad que se quedó a la deriva (me hiciste ver la vida como la estela de un barco). Qué tristeza recordar algunas cosas que son como caminos abiertos, traer de vuelta la pasión y el entusiasmo, los atardeceres a lo Claude Monet en el parque silente y misterioso, las telarañas que pintabas distraída, tu risa dislocada por la cerveza, la adoración hacia algunos ángeles que agitaban sus vestiduras, los guiños, las medias palabras, la satisfacción adolescente de disfrutarlo todo y perder sólo la ingratitud de algunos momentos. Qué tristeza decirte adiós con la mano suavizada de ternura, deshecha de artificios, para evitar el daño irremisible de los que amamos, para no quebrar el encanto, las figuraciones que uno se inventa, dejarte huérfana de una posible felicidad, de la almohada y las margaritas, del poema intenso y breve que somos todos. Qué tristeza verte aquella noche sin tu vitalidad contagiosa, gracias a la cual sería posible escribir juntas, dinamitada por tu mirada frágil. Qué tristeza que no sepa decirte algo más esencial que los mismos estribillos que repito día a día. Qué tristeza, amiga, pero Stevie Nicks dejó de cantar un minuto en algún sitio apartado de aquí, un instante atónito, y siguió su rumbo inexpresiva. Enmudeció para siempre, como atravesada por una duna de sal o una ráfaga de luz.
No son bombas lo que altera los nervios de la invertida, sino ese terrible bombardeo silencioso al que la someten las baterías del buen pueblo de Dios. "El pozo de la soledad" Marguerite Radclyffe Hall
Vivo en un pueblo sureño del interior, que no está en Texas ni en Oklahoma, pero te rechazan si eres butch, si eres camionera, si tus modales son anticuados o toscos, si tomas cerveza a la salida del trabajo en lugar de salir corriendo a tener niños o hacerte las uñas o comprar loza nueva, si no encajas en su molde rectángulo/pastel/frambuesa, si vas de botas, camisa y un escudo de tu equipo favorito, pero también te rechazan porque no escuchas rancheras ni sales a cotillear por las bocacalles contra otros, ni te abalanzas sobre hechos aparentemente significativos, ni lanzas cubos de agua y quemas muñecos en fin de año, ni te bañas/comes/defecas frente al televisor todos los días. Chica sentada de manera poco ortodoxa bajo una farola, que vives en un pueblo sureño del interior, ¿tienes alguna perspectiva de esto que hablo?, ¿te sientes aludida?, ¿quebraste ya alguna porcelana?
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