Martha Luisa Hernández Cadenas (Martica Minipunto), es una joven teatróloga, poeta y performer cubana.
En 2017 ganó el Premio David de Poesía por Días de hormigas, un poemario que está dedicado, como apuntó la propia autora, a su madre, a su abuela y a su muchacha, y del que hoy te compartimos dos obras.
Ojos de hormigas
Mi amiga y yo llegábamos al bar, escuché lo que él pensaba cuando me vio: “No quiero hablarte más, no quiero verte más”, la muchacha y él son amigos desde antes, antes del propósito de las hormigas, y él, que parecía amarme o desearme, esa noche pensó ignorarme y no quererme un poco. Hasta entonces yo había querido a la muchacha de un modo extraño, ella, con su sentido del humor rarísimo, siempre saludaba con una sonrisa, yo, con mi necesidad de quererlos a todos, siempre la saludaba con una sonrisa. Ella y yo nos conocemos tan poco que asusta, porque conocer a alguien realmente es un valor en desuso para mi romanticismo, para mi necesidad de él, para mi necesidad de la muchacha, para mi necesidad de las hormigas, practico el eufemismo de conocer a alguno realmente, lo practico siempre. Mi amiga me dijo: “Amantes de paso que no tienen estirpe de amante”, y salimos juntas a fumar con las cervezas, y la muchacha quería decirme algo, pero no hablaba, no hablaba, y me miró asustada. Hasta entonces ella no me había querido de ningún modo, y ahora quería situar su nariz en mis labios, y ahora quería situar su nariz en mi nuca, y ahora quería servirme su nariz en la mesa, y ahora quería proponer su nariz para cumplir todas mis fantasías, y ahora quería atravesar mi ombligo con su nariz. Hasta entonces ella no me había querido de ningún modo, porque no me vio doblar la esquina para seguirla, y me advirtió del abandono sufrido por todas nosotras a causa de todos los muchachos y muchachas de La Habana, incapaces todos de amar o ser amados, y quería contarme de sus decepciones a los veintitrés años. Hasta entonces yo solo había querido a la muchacha como a una tarjeta de colección, mientras que a él lo quería por parecerse a James Franco, y ahora quería tener el don de las hormigas, amar sobre todas las cosas, sobrevivir, era ese mi único deseo a las once y media. Apagué el cigarro, mi amiga dijo: “Sigamos el son del bandolín en la noche más negra y sola”, y él ya no estaba y desde lejos vi a la muchacha desaparecer.

Biopsia de la picadura
(culpa de las hormigas)
a JM
Seguí a las hormigas para reencontrarte, caminaba tras ellas, perdida en ellas, a su ritmo, con las ganas de carga, con el hambre, la salida. Muchacha, quise encontrarte, muchacha, y para qué escribir JM si no hay hormigas, y puedo decir José Martí o Jim Morrison o Julianne Moore o Joanna Montero o Jamila Medina, y puedo nombrar todos los lugares a los que las hormigas no me llevan. Muchacha, seguí a las hormigas, quizás más desenamorada que antes de la misma gente, sí, de la misma peste de cuerpo y sudor, sí, del mismo rastro. Quedé con el deseo muerto de siempre, el deseo muerto de ojos de madre. Tú sabes de ese dolor, muchacha, tú sabes. Y quiero darte un personaje para dramatizaciones inocuas, es esta la razón de la persecución: inventar una obra, es esta la razón de la persecución: inventar una mujer, es esta la razón de la persecución: inventarme en la muchacha. Hormigas paralizadas, callejones, violaciones, grabaciones, revoluciones, abrir los ojos en el auto de un hombre, abrir los ojos en la habitación de un hombre, abrir los ojos en el estómago de un hombre. La muchacha frente al cristal, la muchacha del buzón, la muchacha triste, la muchacha alegre, la muchacha inquieta, la muchacha hermosa, la muchacha poeta, la muchacha tatuada, la muchacha actriz, la muchacha amiga. Sí, existe la muchacha, muy a pesar de las hormigas.
Además de Días de hormigas, publicó Los vegueros (Colección Sureditores, 2019) Premio Bienal de Poesía de La Habana. Mereció la Beca de Creación “Prometeo” de La Gaceta de Cuba por su obra, Una ópera china.
Fue ganadora del Premio de Ensayo “La Selva Oscura” por su investigación Notas de un simulador. La crítica teatral de Calvert Casey (1960–1965), y del Premio de Teatrología “Rine Leal” por su libro Esta obra habla de ti y de mí. Ensayos para (des)a(r)mar la experimentación escénica en Cuba (2012–2018).
Entre su obra reciente se encuentran los performances Nueve (2017) Extintos, aquí no vuelan mariposas (2018) y No soy unicornio (2019), así como también las intervenciones La última ópera china (2018) y Las fundadoras (2019).
Martica Minipunto es fundadora de la editorial independiente ediciones sinsentido, dedicada a escrituras transgresoras y noveles. Mantiene su columna literaria Pucheros, en Hypermedia Magazine.
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