¡Ley de Identidad de Género en Cuba YA! Demanda por el Día de la visibilidad trans

Fotos por Claudio Peláez Sordo

El tratamiento transfóbico de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) a una joven trans en Cabaiguán, inició una cadena de acciones lideradas por una activista que le imprimió este año una fuerza nunca antes vista al Día Internacional de la Visibilidad Trans en Cuba.

  1. Transfobia de la PNR detona movimiento por los derechos de las personas trans
  2. Kiriam Gutiérrez Pérez convoca a un tuitazo por una Ley de identidad de género en Cuba
  3. Voces del tuitazo y por la Visibilidad Trans
  4. Al final de la jornada

Transfobia de la PNR detona movimiento por los derechos de las personas trans

El 20 de marzo ocurrió un nuevo acto de transfobia por parte de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), esta vez en el municipio de Cabaiguán, en Sancti Spíritus, donde oficiales del órgano del orden condujeron a la unidad y le impusieron una multa de mil pesos a la joven trans Merlia Somers por una indisciplina que no cometió, sencillamente porque expresó en público su identidad de género. 

La historia de abuso de poder de la PNR hacia Merlia Somers se suma a una lista extensa de conductas transfóbicas de la policía pero también a otra que es- peramos sea cada vez más común: la de la denuncia de este tipo de situaciones. 

En su relato, compartido en redes sociales por el activista Alberto Roque Guerra, Merlia asegura que el episodio ocurrió en una cola donde se encontraba para comprar artículos de aseo, cuando un policía se le acercó y le preguntó qué hacía “vestido así”. 

Cuenta que ese mismo oficial “llamó a un policía de los que estaban controlando la cola y el policía me dijo que yo les estaba faltando el respeto al yo aparecerme vestida así allí (de mujer), que eso era desacato a la ley y que yo estaba violando un artículo”. 

Merlia se defendió alegando que no existe ninguna ley que prohíba a las personas trans vestir como deseen, y que por el contrario quien piensa que puede hacer lo que desee solo porque viste ese uniforme es la policía. Agregó también, frente a la orden de que se callara, que no lo haría porque estaban violando sus derechos. 

Ante su respuesta los oficiales la esposaron y trasladaron a la unidad donde le impusieron una multa de mil pesos cubanos utilizando como excusa, para sorpresa de Merlia, la regulación sobre el uso incorrecto del nasobuco, con lo que no solo violaron el mandato constitucional de no discriminación por identidad de género, recogido en el Artículo 42 de la Carta Magna, sino que mintieron y abusaron de una medida que no se aplicaba a la situación. 

“Yo tengo problemas en el corazón y problemas de respiración y mi cuerpo no aguantaría la pandemia por lo cual uso dos [nasobucos] y correctamente puestos. Les dije que yo eso no lo iba a pagar y que me iba a quejar y me dijeron que yo podía ir a donde quiera, que tenía un mes para pagarla si no la multa se duplica y que si al tercer mes no la pagaba iba a juicio por peligrosidad”, relata. 

En cuanto recibió la multa Merlia contactó a la activista Kiriam Gutiérrez Pérez quien además de explicarle la manera en la que podían proceder, le escribió a Alberto Roque Guerra en busca de asesoramiento. Además de concertar los pasos que debían dar, el activista publicó la denuncia en redes, que se esparció rápidamente junto con la indignación de la comunidad LGBTIQ+. 

En una directa de Facebook del 22 de marzo, Kiriam insistió en que tenían que retirarle la multa porque constituía “una violación total de los derechos de una mujer trans, de una ciudadana cubana. Esto es un ejemplo más de que cuando ocurren estas cosas no podemos quedarnos callados, hay que denunciar las injusticias. Cuando nos pasen estas cosas con la policía tenemos que conocer qué leyes nos amparan, qué podemos hacer, no podemos ser ignorantes. Aunque falta mucho hay leyes que nos amparan”. 

El 24 de marzo, el Centro Nacional de Educación Sexual informó a través de su perfil de Facebook que desde que conocieron del caso, se ocuparon de su coordinación con las autoridades pertinentes y del asesoramiento legal, de conjunto con la Red Nacional TransCuba, para reivindicar los derechos de Merlia. 

“La coordinadora del Servicio de Orientación Jurídica (SOJ) del Cenesex en Sancti Spíritus, Lisette Fernández Gutiérrez, informó que junto a las partes involucradas en el proceso, se están dando todos los pasos legales para apelar a esta sanción”, aclararon. 

Gracias a la intervención del Centro, Merlía fue citada a la estación de policía el 30 de marzo donde finalmente cancelaron la injusta multa y apenas unos días después, el 4 de abril, le notificaron que el policía que protagonizó el incidente fue multado con 300 pesos y separado de su cargo por tres meses. “Estoy contenta y súper satisfecha” –expresó en su perfil de Facebook– “aquí está el resultado de cuando uno de- nuncia y es valiente y defiende sus derechos a como dé lugar”. 

La respuesta de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) fue acogida favorablemente en redes sociales por activistas y personas LGBTIQ+, sin embargo resulta esencial que las medidas no se reduzcan a la sanción de les oficiales que actúan de estas maneras, sino que incluyan una estrategia para prevenir y eliminar la discriminación por identidad de género en que incurre la policía. 

El hecho, que concluyó en la eliminación de la multa y una sanción para el policía que protagonizó el episodio, generó una ola de protestas de personas LGBTIQ+ en redes sociales, cuya presión sin dudas movilizó a las distintas autoridades involucradas en su resolución. 

Kiriam Gutiérrez Pérez convoca a un tuitazo por una Ley de identidad de género en Cuba

Durante su directa del 22 de marzo para actualizar sobre el estado del caso de Melia Somers, la actriz y activista Kiriam Gutiérrez Pérez, convocó a un tuitazo por los derechos de las personas trans en el país y específicamente a favor de una Ley de Identidad de Género, en el marco de las acciones por el Día Internacional de la Visibilidad Trans. 

Insistió en que la comunidad trans cubana está atravesando por una profunda crisis y que eso se aprecia, por ejemplo, en los números cada vez más altos de mujeres trans que emigran a países como Rusia. 

“Todas las semanas se están yendo cinco, diez, quince y veinte mujeres trans para Rusia, a exponerse a cruzar fronteras y al peligro. Y no emigran porque quieran conocer la nieve de Moscú, sino porque aquí en Cuba el 90% las mujeres trans son prostitutas, practican sexo transaccional, y llevan un año de pandemia que no tienen trabajo, que no tienen entrada de dinero. Están emigrando porque se están muriendo de hambre aquí en Cuba”, aseguró. 

Explicó también que las que emigran de esta manera lo hacen a expensas de que se le acaben los retrovirales que llevaron desde acá, de que se enfermen por no tener un tratamiento o incuso de morir por falta de atención médica sin que ni siquiera sus cuerpos puedan regresar al país. 

“Estamos mal en cuanto a derechos y en cuanto a todo. No tenemos derechos ningunos aquí en Cuba y está el caso de esta muchacha, pero hay muchas que ni denuncian ni dicen nada, se quedan calladitas la boca”, comentó durante la transmisión. 

Mencionó además que la transfobia está en las instituciones, como lo demuestra el caso de Yeilis María Ríos Miranda, una joven trans que se acercó al Ministerio del Trabajo en La Habana durante el Covid en busca de una ocupación y la respuesta de la persona que la atendió –según narra la propia Yeilis en un post de facebook el 22 de enero– fue que la única oferta de empleo para una persona como ella era limpiar pisos en un hospital. 

“Es realmente lamentable que la comunidad LGBTIQ cubana solo se pronuncie por el famoso matrimonio igualitario y no nos pronunciemos por una Ley de Identidad de Género, sobre todo para la comunidad trans”, aseguró la reconocida activista.

Antes de finalizar la transmisión, Kiriam convocó a un tuitazo el 31 de marzo por el Día Internacional de la Visibilidad trans y llamó a inundar las redes sociales de mensajes utilizando el hashtag #LeyDeIdentidadDeGéneroYa para respaldar la urgencia de una ley que proteja y garantice los derechos de las vidas trans en Cuba. 

Durante los días siguientes compartió en su muro de Facebook algunos de los reclamos más urgentes como el de la seguridad jurídica que debe existir para que a una persona trans no se le vulneren sus derechos constitucionales solo por su identidad de género, o se les agreda verbal y físicamente de manera impune, o se proteja el libre desarrollo de su personalidad desde la infancia. 

“En Cuba –expresó en un post del 24 de marzo– no tenemos todavía una Ley Integral de Identidad de Género que reconozca nuestro género en los documentos de identidad oficiales, como pasaportes, carné de conducir y tarjetas de identidad. Sin reconocer la libre determinación de género las personas trans quedan excluidas de ciertas actividades cotidianas, desde la apertura de una cuenta bancaria, solicitar empleo hasta acceder a una vivienda en alquiler”. 

En otra publicación del 31 de marzo expresó: “La comunidad trans cubana exige una ley que despatologice las identidades trans y garantice la libre autodeterminación del género, es decir que no se nos considere personas enfermas, que no necesitamos informes psiquiátricos ni 2 años de hormonación para ver reconocida legalmente nuestra identidad”. 

A la convocatoria del tuitazo se sumaron proyectos como la revista Afrocubanas y la Plataforma 11M, así como también activistas que replicaron el mensaje de Kiriam, quien colocó en el mapa este año con más fuerza que nunca el Día Internacional de la Visibilidad Trans. 

Junto al hashtag principal de #LeyDeIdentidadDeGéneroEnCuba se utilizaron otros como #LosMismosDerechosCuba y #TodosLosDerechosParaTodasLasPersonas, y se etiquetaron las cuentas en Twitter de la Fiscalía General de la República, la Asamblea Nacional del Poder Popular, la Presidencia, el Ministerio de Justicia y el Centro Nacional de Educación Sexual. 

“Vivir la vida en libertad, expresando nuestra identidad de género, para muchos es algo normal, en nuestro caso puede ser muy peligroso expresar quienes somos abiertamente. Ser visibles como personas trans es algo que nos exige un gran esfuerzo. Es el momento de combatir las discriminaciones, es el momento de decir: ¡stop transfobia!”, exhortó en su muro, dos días antes del 31 de marzo. 

Voces del tuitazo y por la Visibilidad Trans

Al tuitazo se sumaron diferentes instituciones, proyectos y personalidades como la agencia de noticias SemLac, el Toque Jurídico, las revistas Tremenda Nota Afrocubanas, Haydée Milanés, y los proyectos matanceros AfroAtenas y Abriendo Brechas de Colores, que compartieron el reclamo por una Ley de Identidad de Género en Cuba. 

El clima de demanda se extendió también a Facebook. Transcuba, la red nacional de personas trans, parejas y familias, compartió durante varios días una serie de imágenes de sus integrantes junto al artículo 42 de la Constitución, con el título Todos los días visibles. 

Una de las iniciativas más interesantes en esa misma red social, fue la del fotógrafo aliado Claudio Peláez Sordo, quien con el apoyo de Abriendo Brechas de Colores y esta revista, realizó la serie República Trans, para enfatizar en la contradicción que existe entre la identidad de género de las personas trans y los datos personales que aparecen en su carné de identidad. 

La Iglesia de la Comunidad Metropolitana recordó en su página que precisamente la Iglesia constituye una de las instituciones que más ha violentado a las personas trans, y que en Cuba no ha sido diferente. Por ese motivo, se unió a las voces trans en el reclamo de sus derechos, especialmente a las “personas trans que desde los espacios cristianos nos muestran otro rostro de Dios.” 

En ese sentido, compartió reflexiones de las reverendas Alexya Salvador, Cindy Bourgeois y Allyson Dylan Robinson, quienes son además teólogas y activistas trans. 

Proyectos en las redes sociales como Cimarronas, el Movimiento Estudiantil Cristiano de Cuba, hasta la reconocida revista de la juventud universitaria Alma Máter, aunque no mencionaron los hashtags del tuitazo, sí se sumaron al diálogo por los derechos de las personas trans. 

En un contexto en que las personas trans no suelen tener acceso a la televisión para colocar sus propias experiencias y demandas, fue relevante la aparición de la activista trans Yennys Yanes Romero en la revista Meridiana, de la TV avileña, donde explicó por qué es tan importante avanzar hacia una Ley de Identidad de Género en Cuba. 

Al final de la jornada

La demanda colectiva de una #LeydeIdentidadDeGéneroEnCuba el 31 de marzo, Día Internacional de la Visibilidad Trans, fue un hito importante para los derechos de este colectivo en el país. 

Por primera vez, el centro de las acciones no fue capitalizado por personas cisgénero ni por discursos académicos, médicos, o institucionales, sino que fue Kiriam Gutiérrez Pérez, una activista trans, quién convirtió la rabia que habían levantado los últimos sucesos de violencia transfóbica por parte de la policía, en una demanda no solo concreta, sino también colectiva. 

La activista Kirian Gutiérrez Pérez impulsó la demanda por una Ley de identidad de género en Cuba durante el Día de la visibilidad trans / Fotos: Claudio Peláez Sordo

Otro punto de ruptura con las prácticas tradicionales de este día en Cuba fue que no solo se señalaron los prejuicios de la población o el efecto de las iglesias antiderechos: Kiriam interpeló directamente al gobierno y a quienes toman decisiones en el país, señalándoles como responsables de que se mantengan las estructuras que ubican a las personas trans en situación de vulnerabilidad generalizada en todos los espacios de desarrollo de los seres humanos. 

El tuitazo logró implicar al activismo LGBTIQ+ no institucional o independiente, que respaldó la convocatoria tanto en Twitter como en otras redes sociales. Este clima de demanda motivó a medios de comunicación, aliades, activistas y personas LGBTIQ+ en general a sumarse a las redes sociales con el reclamo concreto de la Ley. 

Los efectos de esta acción no se tradujeron obviamente en políticas públicas concretas inmediatas o promesas palpables del gobierno, quizás es temprano para medir su impacto, pero sin dudas colocó en la agenda de la propia comunidad LGBTIQ+ la urgencia de equilibrar las demandas relacionadas a la identidad de género con aquellas que tienen que ver con la orientación sexual, que se habían consolidado aun más como el núcleo de las preocupaciones de la comunidad desde la polémica por la inclusión del matrimonio para todas las personas en la Constitución proclamada en 2019. 

Aunque los medios estatales no dijeran una palabra sobre este asunto que tuvo lugar fundamentalmente en redes sociales, los medios independientes sí se hicieron eco y en algunos casos incluso respaldaron esta demanda, que demostró que el activismo trans es cada vez más autónomo y le habla de frente a las autoridades, aunque no tengan por costumbre escuchar. 

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